Descripción

La bursitis es la inflamación de una bursa, un pequeño saco lleno de líquido que actúa como un amortiguador entre huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones. Su función es reducir la fricción durante el movimiento. Cuando una bursa se inflama, puede causar dolor, sensibilidad y limitación del movimiento en la articulación afectada. Es una condición común que puede presentarse en hombros, codos, caderas y rodillas, entre otras áreas. Según la Clínica Mayo, la bursitis es a menudo el resultado de movimientos repetitivos o presión sobre una articulación.

Causas

• Movimientos repetitivos o sobreuso de la articulación
• Presión prolongada sobre una bursa, como arrodillarse o apoyarse en los codos
• Lesiones o traumatismos directos en la zona de la bursa
• Artritis inflamatoria, como artritis reumatoide o gota
• Infecciones (bursitis séptica)
• Depósitos de cristales de calcio

Síntomas

• Dolor en la articulación afectada que empeora con el movimiento o la presión
• Sensibilidad al tacto
• Hinchazón y enrojecimiento en la zona
• Rigidez o limitación del movimiento articular
• Calor local en la zona afectada
• Fiebre si hay infección asociada

Complicaciones

• Dolor crónico y recurrente
• Limitación permanente del rango de movimiento
• Atrofia muscular por falta de uso
• Infección grave si la bursitis es séptica y no se maneja a tiempo
• Calcificación de la bursa
• Ruptura de la bursa en casos severos

Factores de riesgo

• Edad avanzada
• Ocupaciones que implican movimientos repetitivos o presión constante
• Deportes que exigen movimientos repetitivos (tenis, béisbol)
• Condiciones médicas como artritis reumatoide, gota o diabetes
• Mala postura o biomecánica inadecuada
• Obesidad que aumenta la presión sobre las articulaciones

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